jueves, 23 de octubre de 2014


Ciudades malas

La Pareja planea una escapada sin el Hijo. Sí, es posible. Un poco de romanticismo siempre va bien. Le cuentan que van a una ciudad muy bonita, con una torre que se llama Giralda, que solo estarán fuera dos noches, que lo va a pasar muy bien en casa de los abuelos. Todo va bien, hasta que el niño pregunta por qué no le llevan con ellos. Y como ya lo ha preguntado unas quinientas veces, deciden hacerle una broma y le dicen que en aquella ciudad no dejan entrar a niños.

Y ahí es cuando el Hijo, con toda la razón, suelta:

-¿Y por qué vais a esa ciudad de personas tan malas, que no dejan entrar a los niños?

Lógica aplastante. ¿O no?

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