jueves, 8 de mayo de 2014

Dos adultos y una cantidad razonable de niños


2 adults and a reasonable number of children.

Esto es lo que ponía en el ticket familiar para acceder a una sala de exposiciones. El lugar era un pequeño museo en medio de la campiña irlandesa, una de aquellas mansiones históricas reconvertidas en centros culturales. En la taquilla se vendían los dos tipos de entradas, las individuales y las familiares, que ofrecían un descuento y se definían así: “Dos adultos y una cantidad razonable de niños”.

 ¿Qué cantidad considera razonable un irlandés? 

¿Te has encontrado alguna vez en alguna situación parecida? ¿Qué cantidad es razonable para ti?



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2 adults and a reasonable number of children

This legend was written in the family ticket to get into an exhibition. The place was a little museum in the midle of the Irish countryside, one of those historical houses converted in cultural centres. in the ticket office you could buy the individual tickets and the family tickets, with a discount and defined like this: "Two adults and a reasonable number of children".

Which quantity is considered reasonable by an Irishman?

Have you ever been in a similar situation? Which quantity is reasonable for you?

 

jueves, 1 de mayo de 2014

Declaración Universal de la Familia Viajera

“Declaración Universal de la Familia viajera"
 
1-La Familia Viajera no utiliza la llegada de un hijo como excusa para dejar de viajar y espachurrarse todo el verano en una silleta de camping en la playa. Ajusta destinos y presupuestos, revisa y previene problemas, respira hondo, y disfruta de sus vacaciones donde más le apetezca, aunque tenga que ir cargado con peluches, chupetes y pañales hasta dar lástima a los revisores del tren.

2-La Familia Viajera sabe y defiende que todos, Todos, los miembros de la familia tienen que disfrutar de las vacaciones. Eso significa que, a ratos, los adultos se adaptan a las necesidades y gustos de los niños, y, en otros ratos, son los niños los que se adaptan a lo que desean los adultos. En la negociación y el manejo de los tiempos está el quid de la cuestión.

3-La Familia Viajera, como consecuencia del punto 2 de la declaración, sabe que sus hijos no son los reyes del mambo (aunque los quieren mucho, que quede claro), y que viajando juntos les inocularán el virus del gustillo por ver mundo. Y los niños saben que sus padres les buscarán actividades placenteras pero que también se tendrán que ir acostumbrando a otras cosas que quizá no se les ocurriría a primera vista.

4-Ejemplos de los puntos 2 y 3 de la Declaración:

-No es lo mismo, NO, ir a París y escaparse un día al parque Eurodisney, que ir a Eurodisney y escaparse un día a París.
            -No es obligatorio ir a todos y cada uno de los parques de atracciones de cada ciudad.
            -Se puede entrar a un museo, y a un concierto, y a una exposición, con un niño. No hay noticias de que ninguno haya prendido fuego todavía a ningún centro cultural. Eso sí, hay que enseñar a disfrutar de la cultura y a no molestar a nadie más que a los padres, que para eso los han traído al mundo.
            -Los niños necesitan desfogarse, quemar energía, soltar adrenalina… Sí. Rotundamente sí. Pero no solamente son cabritas locas que necesiten que les suelten por el campo. También aprecian y agradecen una charla sobre un castillo y la vida medieval, una demostración de vuelo de aves rapaces o una obra de teatro infantil. ¿O es que queremos criar solamente animalitos? La Familia Viajera, no.

5-Last, but not least: No nos engañemos. Viajar no es barato. Pero tampoco tiene porqué ser caro. Es evidente que quedarse en casa sale más barato… aunque a veces no. Todo es cuestión de cómo se viaja. No es lo mismo ir a un hotel de 5 estrellas que a un camping o a una casa rural. El alojamiento, la comida y el transporte son los tres pilares que marcan el presupuesto de unas vacaciones. A partir de ahí, cada uno sabe sus prioridades y sus necesidades. Hay quien se gasta en ropa lo que cuestan cinco días en París. Hay quien paga alegremente unas entradas al fútbol y se queja de lo caro que es un museo. Para gustos, los colores. La Familia Viajera tiene claro que el Planeta es muy grande y que la vida es corta. O sea, que… Carpe Diem.