viernes, 14 de noviembre de 2014


EL DESTINO DEL MES

Mercados navideños en Colonia

  

Sí, en plural. Lo bueno de ir a Colonia a disfrutar de una de las tradiciones más mágicas en numerosas ciudades europeas, es que en Colonia no hay UN mercado navideño, sino varios. Así que la FV puede estar un fin de semana sin parar recorriendo paradas de artesanos, comiendo apfelstrudel y manzanas bañadas en chocolate y bebiendo el vino con especias que quita el frío y alegra al más tristón.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La catedral de Colonia, el emblema de la ciudad, es el punto de partida del mercado de Navidad, ya que en la plaza del templo hay el primer mercado. Unos metros más allá, en la plaza Neumarkt, está el que ellos llaman el reino de los ángeles. Las casetas engalanadas reciben diariamente la visita de “ángeles” que esparcen su polvo mágico entre los niños que les saludan.


En la plaza Rudolf, las diferentes casetas se artesanía y comida son en realidad los hogares de los clásicos cuentos de hadas, y en el Markt der Heinzel reinan los duendecillos. En el Stadtgarten se levanta una aldea, y a orillas del Rin, al lado del museo del chocolate, el mercado navideño marítimo, en el puerto fluvial del Rin (Rheinauhafen).
 
Quien quiera patinar sobre hielo puede hacerlo en alguna de las pistas que hay en algunos de los mercados. El precio para alquilar unos patines y estar disfrutando –o cayéndose- sin límite de horas es irrisorio comparado con lo que cobran en algunas ciudades españolas por un par de horas.

Y el frío no espanta a nadie. En Alemania y en toda Europa la gente sale a la calle a disfrutar del ambiente navideño. Claro que en los mercados navideños hay la excusa perfecta para enfrentarse al termómetro bajo cero: el famoso Glühwein, un vino caliente y especiado, delicioso, y que se toma en las tazas decoradas cada año y que corresponden a cada uno de los mercados de la ciudad.
 
Además del vino, para los niños o para las personas que no quieren tomar alcohol, está el ponche sin alcohol – también caliente- y el chocolate humeante. Y para comer, un amplio surtido que va desde las salchichas, el roast beef y la col verde hasta las frutas con chocolate, los poffertjes y hasta churros.
 
(Fotos: Jaap Wegbrans)
 

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